Castillo de Maella - Maella, Zaragoza

Jesus Ruiz

El castillo aunque está destruido está precioso aunque se conservaron unas buenas paredes y las bodegas están intactas y el pueblo en sí también es bonito

Antonio Vicente Lázaro-ELIAZAR

Un lugar para soñar como fue este castillo en sus mejores tiempos.

Faver Aparicio

Antiguo castillo, en semi ruinas por las guerras carlistas, sin embargo tiene buenas vistas del río y del pueblo.

Pau Conesa

Visita guiada muy recomendable. Se debe pedir hora al ayuntamiento para la visita pero no tiene desperdicio. El castillo está en ruinas y solo se conservan las paredes tras varios incendios de las guerras Carlistas (1837) y durante la guerra civil (1936) pero aun quedan restos de los escudos de los señores Pérez de Almazán.

Albert Gavalda

Antiguo palacio dentro del castillo. El estado de conservación es muy malo pero se ve que lo poco que queda lo quieren mantener. Podemos observar partes de la antigua estructura, pórticos y unas buenas vistas de la zona.

SAMUEL OLMOS

Ruina histórica de Maella, en muy mal estado de conservación, pero firme con sus murallas a la espera de que lo puedan restaurar y de más gozo. En un lugar privilegiado con unas vistas espectaculares. Visita obligatoria y si es posible aprovechar para ver las bodegas restauradas.

Jose Antonio Marmol

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También llamado de los Ariño y Almazán es una impresionante mole de estilo gótico tardío, cuya superficie intramuros alcanza los 4.000 m2. Fue construido en lo más alto de una loma cortada al Este por el cauce del río Matarraña, dominando la población. Se desconocen datos precisos sobre su edificación. Dependió de la encomienda calatrava de Alcañiz. Tras la compra de la villa por Alfonso V en 1428, el señorío de Maella pasó al conde Gastón de Foix en 1452 y permaneció en manos de la misma familia hasta el 1507, en que por venta pasó a Miguel Pérez de Almazán, Secretario de los Reyes Católicos, que procedió a al ampliación del antiguo castillo y, entre otras obras, edificó el palacio y labró las armas de la familia en él. Pasó luego a la familia Abarca de Bolea que recibiría el título de condes de Aranda. Fue tomado por el general Cabrera durante las guerras carlistas y destruido por un incendio en 1837.

Está formado por dos amplios recintos de murallas con cubos en lo alto. Conserva en su cara norte, sólidas murallas con cinco cubos semicilindricos pegados a las mismas, y en cuyo extremo oriental subiste la rampa de acceso al conjunto. Otra rampa o posible puerta de acceso se haya entre la primera portalada y el palacio vivienda; otras puertas hay asimismo en la muralla oreintada al sur, donde en estos años se han llevado a cabo obras de conservación.
En cuanto al palacio, hay que decir que está situado en el rellano o plataforma superior tocando casi el límite de la muralla meridional. El amplio patio interior, y central de dos plastas sería en sus tiempos un cubo casi cilíndrico que, junto a las grandes ménsulas que hay en la fachada anterior y principal del edificio, muestran el carácter forticado o defensivo que tuvo.
Su puerta principal es digna de mención por su arco semicircular y, sobre todo por su blasón señorial: las tres manzanas de los Pérez de Almazán.

Laura Zape

Pese a conservar sdolo las paredes exteriores se adivina la historia entre ellas... Las vistas desde la parte que da al rio Matarraña espectaculares...