Miguel Caballero
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Jamás me habían tratado con la falta de respeto que me han tratado en este establecimiento: No cumplen con los plazos de entrega que se nos indicaron al realizar la compra, pero eso no es lo que más me molesta: al ponernos en contacto con ellos al no recibir noticias una vez superado el plazo de entrega indicado nos contesta un señor con muy malos modos que se retrasan una semana más, que en ningún momento se nos indicó dicho plazo de entrega, que lo que decíamos era falso, reitero con unas formas ...dejándonos poco menos que por mentirosos.
La conversación transcurría con un muy mal tono entre este señor con mi pareja, hasta que le pedí que me pasara el teléfono ya que recordaba perfectamente lo acordado, y cuál es mi sorpresa al entrar en la conversación con él que insistía con las malas maneras con lo que la conversación duró apenas unos segundos. La compra se la habíamos realizado a una señora, pero este personaje creía saber mejor que nosotros lo comentado, por lo que le indiqué que no nos íbamos a entender y que quería que me llamara la persona que nos atendió.
Pero ahora si que viene lo divertido: Me llama la dependienta a la que habíamos realizado la compra y es tan borde cómo el anterior individuo, no deja hablar en ningún momento, cree poseer la verdad absoluta, y sin dejar ni explicarme lo único que sale de su boca es : lo que yo digo es lo que es!
Fantástico! Parece que no era del todo cierto: me dice que parece ser que el retraso venía dado ya que el proveedor es de Murcia y la semana anterior era festivo en esa comunidad y ella no era consciente... Vaya! no hubiera sido más fácil admitir su error, llamarme en cuanto se enteraron de ésto, e informarme No! en vez de eso se ponen a la defensiva y demuestran su educación cuando intentan dejar al cliente como un mentiroso, reiterando que ellos dieron un plazo de entrega superior al que yo y mi pareja recordamos a la perfección.
Yo almenos al ir a recuperar la paga y señal a la tienda he demostrado mucha más educación que ellos, al no abrir la boca en ningún momento y más teniendo en cuenta que, tras el bochorno telefónico y que cuando he llegado al establecimiento se encontraba en ella una posible cliente era el momento adecuado para recriminarles su actitud.
Así mismo me habría encantado que el individuo de la enganchada telefónica y al que he tenido que aguantar vociferando de fondo durante la llamada de su compañera se hubiera dignado a recibirme cuando he ido presencialmente: le habría enseñado las tablas y la educación que un cliente se merece.
Lo único que saco en claro es que yo he perdido 10 días y ellos han perdido una venta.
Que lástima no poder poner 0 estrellas. Espero que almenos estos 5 minutos perdidos en escribir la reseña sirvan para que no le ocurra algo tan desagradable a cualquier otro cliente.